Según una investigación judicial, tenía una tasa de alcoholemia que quintuplicaba la permitida para conducir. La juez forense ha concluido que la muerte de la cantante fue "accidental".
Además, según varios testigos, la cantante empezó a beber de nuevo el miércoles anterior al fallecimiento, después de varias semanas sin probar el alcohol.
La familia de la cantante expresó su "alivio" tras conocer finalmente lo que le sucedió a Amy y han asegurado que les dolía averiguar que "tras haber luchado duro" su hija no había sido capaz de vencer su problema con el alcohol.
La familia en su homenaje creará la fundación Amy Winehouse, para poder ayudar a todos los jóvenes con esta adicción en el nombre de Amy.
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